Elon Musk ha estado 130 días en la Administración Trump, el tiempo máximo que podía estar sin que por ley debiera someterse a las obligaciones de transparencia y supervisión del Congreso. A la famosa frase de Mark Zuckerberg “muévete rápido y rompe cosas, ya te disculparás más tarde” parece que Musk le ha añadido “y no te preocupes por nadie”.
La carrera de Elon Musk es una constante sucesión de conflictos. En todas sus aventuras empresariales se ha peleado con sus compañeros. En 1995 fundó Zip2 y se peleó con sus socios, que lo relegaron de la dirección. En el 2000 fundó PayPal y le pasó lo mismo. En el 2004 se incorporó a Tesla y a los tres años despidió al fundador, que se querelló contra él. En el 2015 fundó OpenAI y lo dejó al poco tiempo para aún hoy seguir insultándose en público con Sam Altman. En el 2016 fundó Neuralink y en apenas dos años seis de los ocho científicos fundadores abandonaron la compañía. Es de sobras conocido que en el 2022 entró en Twitter como un elefante en una cacharrería. Hay que reconocerle un estilo propio.
El patrón se repite en sus aventuras políticas. En el 2022, Trump y Musk se criticaban en público, así que en mayo del 2023 Musk fue el principal apoyo del gobernador de Florida, Ron DeSantis, cuando este decidió presentarse contra Trump en las primarias del Partido Republicano. Pero en julio del 2024 Trump sufre el atentado en que una bala le roza la oreja y Musk decide cambiar de barco e invierte cientos de millones de dólares en su victoria. En noviembre ganan las elecciones y en enero le acompaña en la toma de posesión. En exactamente 24 meses Elon Musk pasó de apoyar a Ron DeSantis a ganar con Donald Trump, incorporarse a la Casa Blanca y ser despedido. Dos años de vértigo.
Por no hablar de su vida privada. Se le conocen varias relaciones y en los últimos cinco años ha tenido ocho hijos con tres mujeres. En total ha tenido 14 hijos. Su primera esposa dice de él que es “un hombre-niño patético”, y su primera hija explica que “Tesla no es una compañía de coches, sino una estafa piramidal”. Todo bien.
Esta semana Elon Musk es noticia por haber abandonado su tarea de erradicar el despilfarro y el fraude en la Administración, revisar el software gubernamental y modernizar el funcionamiento de las agencias federales. Se ha ido sin haber cumplido ninguno de los objetivos y criticando las últimas decisiones fiscales de Donald Trump, pero lo que sí ha logrado es dañar su imagen y la de sus empresas, reducir un 71% los beneficios de Tesla y provocar movimientos globales como el #TeslaTakeDown.
Elon Musk ha provocado el despido de unas 200.000 personas en la Administración y ha desmantelado servicios gubernamentales como la previsión de desastres naturales, la política sobre los sin techo o la atención a los veteranos. Pero sobre todo ha cancelado el 83% de los programas de la Usaid y ha puesto en peligro servicios de ayuda humanitaria en todo el planeta. La persona más rica del mundo había decidido que se puede abandonar a las personas más pobres del mundo. Adiós, Elon Musk.
( artículo de opinión publicado en La Vanguardia el 2 de junio de 2025 )
Con empatía al final del mundo,.....