El problema digital son los monopolios
El ganador del Nobel de Economía del 2024, Daron Acemoglu, es un armenio nacido en Estambul (Turquía) especializado en economía política y economía del crecimiento que reside en EE.UU., donde es profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Es muy activo en redes y hace pocas semanas publicó un hilo en Twitter (algunos aún lo llamamos así) con interesantes reflexiones sobre el poder de las grandes tecnológicas.
A principios del siglo XX la sociedad y los legisladores norteamericanos corrigieron el excesivo poder monopolístico de dos compañías, Standard Oil y US Steel, que a precio de hoy valdrían unos 32.000 millones de dólares cada una. Alphabet (Google), Amazon, Microsoft y Apple ya valen 100 veces más cada una. Según Acemoglu, su éxito ha sido posible porque han fracasado los mecanismos antimonopolio tanto de Europa como de EE.UU., y este tipo de fracasos siempre acaba suponiendo precios más altos para los consumidores, pero también problemas para la democracia porque acaban ejerciendo un poder político y social sobredimensionado. Por ejemplo, Google está ahogando a la mayoría de los editores y medios de comunicación al dominar su visibilidad en internet y sus ingresos publicitarios. En el 2023 Google consiguió 237.000 millones de dólares en publicidad mientras que todos los editores y periódicos independientes han visto disminuir sus ingresos. Muchos están cerrando, y el resultado son desiertos informativos, áreas en las que sus comunidades no tienen acceso a fuentes creíbles de noticias locales.
Hay quien defiende que estas empresas son motor de innovación, pero Acemoglu argumenta que precisamente los monopolios acostumbran a ser malos para la innovación. Son tan grandes que el talento que captan se vuelve rápidamente menos innovador que cuando estaba en empresas más pequeñas. Peor aún, estos gigantes tecnológicos se han construido en buena parte comprando rivales de manera agresiva, capturando la innovación de otros y haciendo desaparecer proyectos que podrían haber sido rivales.
La CE inició en junio del 2023 una investigación contra Google por prácticas abusivas en la publicidad en línea, y este agosto el juez norteamericano Amit P. Mehta también dictaminó que Google había monopolizado ilegalmente el mercado de los buscadores. Dos casos judiciales importantes en ambos lados del Atlántico acusando a Google de prácticas monopolísticas. Podría ser el camino. Es cierto que la Administración Trump tiene excelentes relaciones con las grandes tecnológicas, pero también es cierto que este verano el actual vicepresidente Vance felicitó públicamente a la Comisión Federal de Comercio (FTC) por su lucha contra los monopolios en EE.UU. Hay que aprovechar la brecha, y Acemoglu propone un impuesto del 50% sobre los ingresos publicitarios superiores a 500 millones de dólares anuales. Defiende que Europa lo puede impulsar unilateralmente y cambiar de golpe el mundo digital. Pasemos al ataque.
( artículo de opinión publicado en La Vanguardia el 10 de marzo de 2025 )